La fertilización o abonado consiste en el aporte de elementos minerales a la planta con el fin de que se consiga un desarrollo adecuado, y se cumplan los fines ornamentales por los que la planta fue ubicada en un determinado lugar. El abonado puede ser orgánico o mineral, según su procedencia, y de fondo o de cobertera según su aplicación, aplicando en cada caso lo que resulte más conveniente.
El abonado de fondo se realizará previamente a cualquier plantación o reposición vegetal. El abonado de cobertura tiene como objetivo la aportación de nutrientes que ayudan al perfecto desarrollo de los jardines ya establecidos y su aplicación será sobre la superficie del suelo acompañada de una labor de entrecavado y riego.